jueves, 6 de agosto de 2009

TRECE ROSAS MUY ROJAS



Se cumplen 70 años del asesinato de las “Trece Rosas”. Trece jóvenes, de las que ocho, aún no habían alcanzado la mayoría de edad, pues en aquellos años estaba estipulada en los veintiún años.
Su delito para estar encarceladas fue defender y tener ideas comprometidas para conseguir una sociedad mejor, y sabían que la principal protección para que avanzase esa sociedad era luchar por restablecer la libertad. Algunas pertenecían a “JSU” Juventud Socialista Unificada, y otras al “PCE” Partido Comunista Español. No querían ser protagonistas de nada, pero el régimen franquista decidió por ellas. Sí las mataron, las mataron por rojas.

El 29 de julio de 1939 fue asesinado un comandante de la Guardia Civil, su hija y el chofer en Talavera de la Reina, y como venganza y muestra de poder para todos los demás, el 4 de agosto las autoridades sacaron de la cárcel a cincuenta y seis jóvenes militantes del JSU y PCE, cuarenta y tres varones y las Trece Rosas. Un tribunal militar les condenó por “adhesión a la rebelión”, por tratar de recomponer el JPU y el PCE y por atentar contra el “orden social y jurídico de la nueva España”. A las veinticuatro horas de esta sentencia fueron conducidas a la tapia del cementerio de la Almudena, donde sus cuarenta y tres compañeros ya habían sido fusilados, y donde las ajusticiaron a ellas también.

En aquellos días, denunciar se consideraba una obligación patriótica (y una forma de ajustar envidias), un modo de extirpar el cáncer “Rojo” de sus desvelos y, sobre todo, la manera más clara y directa de demostrar la adhesión al nuevo régimen. España era barrida calle por calle en busca de enemigos de la patria con un odio visceral y sin precedentes, defendido y apoyado por los que veneran a uno que llaman dios y reivindican buenos actos ante el altar, derecho a la vida y educación en valores, los mismos que siguen alzando su brazo para homenajear al hombre que les dio la posición que quieren seguir ocupando hoy.

Es lamentable que después de la cantidad de personas que sufrieron y perdieron su vida por una democracia que hoy disfrutamos, derechos sociales y libertad, haya tanto “tonto de los cojones”, humildes asalariados que votan a la derecha creyéndose los reyes del mambo, cuando en realidad lo único que les ofrecen es postergarles a asumir su condición de obrero sin derechos ni facultades.

Las Trece Rosas vivirán siempre en la memoria de los que seguimos creyendo y alzando la voz por la justicia y la libertad.
Estos son los nombres de las Trece Rosas, los que no caerán en el olvido:
Carmen Barrero Agüero (20 años), Martina Barroso García (24 años), Blanca Brisac Vázquez (29 años), Pilar Bueno Ibáñez (27 años), Julia Conesa Conesa (19 años), Adelina García Casillas (19 años), Elena Gil Olaya (20 años), Virtudes González García(18 años), Ana López Gallego (21 años), Joaquina López Laffite (23 años), Dionisia Manzanero Salas (20 años), Victoria Muñoz García (18 años) y Luisa Rodríguez de la Fuente (18 años).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Además de resultar cansina la mirada retrospectiva de los antifranquistas retardadis, la demagogia y el insulto (tontos de los cojones) deslegitimando cualquier opción política que no sea de izquierdas retrata muy bien el espíritu democrático de "algunos".


Más allá del hecho histórico, repetido hasta la sociedad, más por proganda, que por atención y rigor histórico, solamente se utiliza de pretexto, y ello para expedir carnés de demócratas los menos indicados para hacerlo. Los serviles siriventes de franquistas como Polanco y su poderosa familia, como Bermejo, hijo de jerarca del Régimen, o como Narbona, Bono o Cebrián, todos crecidos al calor de la dictadura de Franco gracias a la cual treparon para después cambiar de chaquetas, y si primero lo hacían con un dictador, luego pasaron a hacerlo con el presidente del crimen de Estado, y después para defender al que consideraba "hombres de paz" a los asesinos de Salva, Sáenz de Tejada, Buesa o Gregorio Ordóñez. Ésa es la catadura moral de una izquierda que se cree superior y osa criticar a los asalariados por votar a la derecha, y de paso tachar de tontos a aquellos que no votan al socialismo que en cuanto llega al poder pone en riesgo el sistema de pensiones, genera deuda, supone déficit y hace que el paro se dispare por los prejuicios ideológicos de incompetentes que sólo se dedican a repetir la retórica barata de liberados sindicales subvencionados que vive de lujo mientras España se encamina a los cinco millones de parados, uno de ellos sin prestación por desempleo, y muchos acudiendo a bancos de aliementos o comedores católicos -atroces para el socialismo laicista- de Cáritas.

Más irrisoria resulta la tergiversación histórica, y por tanto, la manipulación que se hace diciendo que "esas personas" sufrieron e incluso perdieron la vida por las libertades que defendieron hoy. ¡Ja! Ahora defender en tiempos de la República a Stalin iba a ser luchar por las libertades de las que hoy gozamos en una democracia liberal. Vamos, hombre. Ni con calzador puede meterse semejante disparate. Ahora los frentepopulistas de Lenin español (Largo Caballero) o del felón de Negrín que quería hacer de España satélite de la Unión Soviética y que dejó clara su pretensión de un proceso revolucionario para conseguir el fin último de una dictadura del proletariado van a ser adalides de la democracia. Por eso renegó de ellos Besteiro, o el propio Azaña dijo no querer ser el presidente de una República de asesinos. Y los propios padres intelectuales de la República, Pérez de Ayala, Ortega y Gasse (No es esto, no es esto!) y Marañón renegaron de ese gobierno criminal del Frente Popular, Marañón haciendo hincapié en la canallería y el Himalaya de mentiras de la izquierda republicana. Así que eso de que los que luchaban entonces en el bando republicano lo hacían por las libertades de que hoy gozamos sólo puede ser una broma de pésimo gusto, de ésas que totalitariamente pretenden que sea dogma evaluable en esperpentos como Educación para la Ciudadanía.

De hecho, las libertades de las que hoy disfrutamos no proceden precisamente de una izquierda (socialistas y comunistas) que abogaban por la vía rupturista, sino de una COrtes franquistas que se hicieron el hara-kiri capitaneadas por el ex-ministro secretario del Movimiento Adolfo Suárez, de la ley a la ley gracias a Torcuato Fernández Miranda, y con el Jefe de Estado que había sido propuesto a título de Rey por el régimen anterior, por lo tanto, poco tienen que ver una izquierda que en los años 30 era criminal y protosoviética y que en la Transición fue arrastrada por los franquistas que diseñaron el proceso democrático.

Anónimo dijo...

También es parcial hasta la náusea eso de la visceralidad por aquellos que creían en Dios, y nada se mencione de aquellos que eran fusilados o torturados en chekas por el hecho de ir a misa, comprar el ABC o pertenecer a Acción Católica. Nada se dice de Muñoz Seca o de Paracuellos. Porque claro, eso no era odio visceral, sino carantoñas cariñosas de simpáticos comunistas y risueños socialistas. Muy gracioso todo. Pero no es creíble ni para el más ignorante de los historiadores.

Es muy curioso que nada se hable de las víctimas de ETA hace unos días, y sin embargo, se siga sacando a colación un hecho tan repetido que produce hartazgo, y que por tener, tiene hasta la mediocre versión cinematográfica sufragada con el dinero de todos. Pero eso es lo de menos.

Lo que delata a quien eso escribe es la descalificación a la que siempre recurren, esa chabacanería soez de "tontos de los cojones" propia de barriobajeros maleducados y faltones que ante la falta de razonamiento, no les queda otro recurso que el insulto. Una pena. Y la demagogia del "humilde asalariado" ya es de chirigota. Porque todos sabemos que en sus vacaciones estivales en la Mareta, ZP no concilia el sueño pensando en esos obreros a los que utiliza y manipula mientras las colas del INEM siguen creciendo debido a su incompetencia, a la demonización de los emprendedores que arriegas su patriomonio y generan empleo, y todo por contentar a sindicalistas decimonónicos que no dan palo al agua y pretenden vivir como parásitos a costa del dinero de todos. Y luego dicen que son tontos los asalariados por votar a la derecha. Todo lo contario, demuestran gran inteligencia sobre todo teniendo en cuenta la propaganda a la que son sometidos en todo tipo de medios serviles con el poder socialista y muchos de cuyos imperios se gestaron en ese franquismo al que ahora critican para estigmatizar a quien nada tuvieron que ver con él, y sin embargo, del que sí se amamantaron estos antifranquistas retrsopectivos y convertidos en neomarxistas que se dicen defensores del obrero con una desfachatez sólo imaginable en los hipócritas que tanto pululan hoy por la retrógrada izquierda.