lunes, 30 de marzo de 2009

VIDA SI Y ABORTO TAMBIÉN


Hoy se han manifestado en Madrid los más ultra-conservadores españoles, en contra de la reforma de la Ley del Aborto que el PSOE y demás grupos de izquierda quieren aprobar, convocados por asociaciones extremadamente próximas al Partido Popular: “Derecho a vivir”, “HazteOir.org”, “Médicos por la Vida “ y “Grupo Provida Madrid“.

No hay mucho que decir sobre los grupos convocantes, pues ya se encargan ellos solos de desprestigiarse con sus incoherencias, falsedades y monumentales despropósitos de sus argumentos.
Comparan el aborto con el holocausto nazi, cuando suelen ser los mismos que más echan de menos y siguen venerando y defendiendo, el golpe de estado y los cuarenta años de represión brutal del dictador Francisco Franco, cuando no están en primera fila para reclamar la pena de muerte.
Aseguran que los padres no tienen ningún derecho sobre sus hijos cuando son un feto, y a la vez, están en contra de que una joven de dieciséis años aborte sin el permiso de sus padres. Parece que para ellos, los derechos solo tienen validez si son a su antojo y beneficio.
Vocean que el aborto es como el terrorismo, ¡¡no, aún peor!!, porque dicen que esos supuestos niños que no nacerán, no se pueden defender, como si a los que ETA pone bombas lapa en su coche cuando llevan a sus hijos al colegio, los matasen por tontos al no defenderse.

Portavoces del grupo Unidos por la Vida, aseguró en las manifestaciones que celebraron el 29 de diciembre en varias ciudades para “homenajear a las víctimas del aborto”, que el aborto era el causante en un “1000%“de que las mujeres padezcan cáncer de mama, y las que abortan lo van a padecer seguro. La violencia de género ha aumentado un “500%”, los accidentes de tráfico se han multiplicado por cuatro, los jóvenes se han lanzado a la bebida, abusan cinco veces más de drogas ilegales y diez veces más de la marihuana.
Pueden demostrar más incultura si se lo proponen, pero utilizar estos porcentajes y estadísticas incomprensibles y falsas, en un frenético afán por realzar y honrar sus ideas, manipulando temas tan sensibles sufridos por personas a las que su destino les ha puesto en su camino una enfermedad grave, han sufrido un accidente con tremendas secuelas o incluso la muerte, han compartido su vida con una pareja violenta o tienen un hijo adicto a las drogas que le dejan inactivo para disfrutar de la vida, eso solo tiene un nombre, ¡¡MALDAD!!, maldad concentrada con las peores de las esencias, odio, rabia e impotencia que ya no pueden contener al ver como el PSOE está consiguiendo poner a la clase trabajadora en el lugar que siempre debió estar, dándoles derechos y libertades necesarios y obligados en una sociedad que evoluciona, y en la que todos estos extremistas no soportan que se nivelen las clases sociales, para seguir ejerciendo de amos y señores manteniendo su status de “alta sociedad”. Aunque habría que llamarlo “Alta Suciedad”.

No entiendo como puede haber ciudadanos que apoyen esta demagogia, demostrando una utilización del dolor ajeno para su propio interés político y social.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bibi, vive y deja vivir!!!
Viva la mujer que no te interrumpió voluntariamente tu vida durante su embarazo!!!
Viva la madre que te concibió!!!
Subhumano
En 1930, Alfred Rosenberg en Der Mythus des 20. Jahrhunderts utilizar el término Untermensh (subhumano) para referirse a aquellos que, supuestamente, se hallaban por debajo de lo humano. El término hizo fortuna y en 1933, una publicación de la SS titulada precisamente El subhumano cargó contra los judíos indicando que pertenecían a esa categoría. En 1942, la Oficina principal de la raza del III Reich distribuyó un panfleto titulado Der Untermensch (El subhumano).

El texto tuvo una tirada de 3.860.995 ejemplares en alemán y además se tradujo a otras catorce lenguas europeas más. En la obra se señalaba que “el subhumano, que biológicamente aparenta ser una creación de la naturaleza similar con manos, pies y una especie de cerebro, con ojos y una boca, es, sin embargo, una criatura completamente diferente”. A esas alturas, el método nacional-socialista resultaba obvio. Para emprender con éxito la gigantesca tarea de exterminar a millones de seres humanos, antes había que desproveerlos de su condición de tales. Apelando a la ciencia – una ciencia risible, dicho sea de paso, judíos, enfermos mentales, personas con dolencias irreversibles fueron clasificados como algo vivo, pero no humano. Una vez colocados en ese grupo, la tarea del exterminio masivo podía llevarse a cabo con total tranquilidad. Y, efectivamente, así fue. Comento todo esto no por el gusto de desplegar ante el lector algunos datos poco conocidos de la Historia del nacional-socialismo alemán, sino para indicar que estaba prácticamente convencido de que el concepto de subhumano había quedado confinado a las páginas más siniestras de la Historia hasta que esta semana tuve ocasión de escuchar a la ministra Aído afirmando que un feto era un ser vivo, pero no un ser humano como había dejado de manifiesto la ciencia. Si en vez de escuchar semejante dislate con acento andaluz lo hubiera oído en alemán, les doy mi palabra de honor de que hubiera puesto mi mano en el fuego porque acababa de pronunciarlas un convencido miembro del partido nacional-socialista obrero alemán (NSDAP). Si la ignorancia es una eximente – y resulta más que dudoso – quizá la ministra sea inocente, pero esa circunstancia no se puede aplicar a Ángel Gabilondo, el ministro de educación. Cualquier persona decente habría respondido que las palabras de la ministra son, como mínimo, una majadería. Pero, interrogado sobre ellas, el señor Gabilondo prefirió escudarse en la frivolidad para no descalificar a su más que objetable compañera de gabinete. Para ser sinceros, no sé cuál de las conductas me parece peor, si la de una ignorante que priva a seres inocentes de su carácter humano para legitimar que se los extermine en masa sin el menor escrúpulo de conciencia o la del profesor universitario que, encaramado a una poltrona ministerial, se inhibe con una gracieta de denunciar semejante barbaridad. En el III Reich, hubo idealistas, no pocas veces semianalfabetos, dispuestos a ejecutar cualquier orden que procediera de su Führer como una señal de progreso, pero tampoco faltaron sujetos con más instrucción, ascendidos a cátedras o ministerios, que se limitaron a mirar hacia otro lado al ver cómo se expulsaba a los judíos de sus trabajos y se preparaba a la población para el baño de sangre. Se puede discutir quién tuvo más culpa del genocidio, pero sus bases quedaron asentadas cuando alguien afirmó que algunos seres humanos eran subhumanos.

Anónimo dijo...

AAAAAMENNNNN