lunes, 9 de febrero de 2009

CUANDO EL DOLOR, ES EL MÍO



Hace quince días que desapareció la joven sevillana de diecisiete años Marta del Castillo, y varios han sido los llamamientos que han hecho sus familiares ante la posibilidad de que alguien les de alguna pista, desconocida hasta este momento, que les acerque a su reencuentro.

Sevilla, su ciudad natal, se ha entregado a su búsqueda y solidarizado con el dolor de los padres y familiares que viven derrumbados en la desesperación por conocer el paradero de la adolescente.
El abuelo materno, José Antonio Casanueva, declaró en los días próximos a la desaparición, que la policía se había volcado con este caso y estaban haciendo todas las pesquisas para llevar a buen término y lo más pronto posible esta incertidumbre. Aseguraba en esos momentos, que la policía estaba trabajando sin descanso y había priorizado el caso, porque tenía muy íntimos amigos en el cuerpo y así se lo han atestiguado.
Pasados once días de la ausencia de Marta, su padre, Antonio del Castillo, es llamado por la policía para ser preguntado por diversas cuestiones, alargándose la sesión durante seis horas. Dicen que es rutinario, pero no deja de llamar la atención que habiendo encontrado testigos que la vieron en diferentes lugares y a distintas horas, incluso un joven amigo la acompañó hasta su casa, sea al padre al que pregunten durante todo ese tiempo, y que, a los mismos policías que el abuelo defendió por la gran labor que estaban haciendo, el padre los considere “perdidos”.
No sé la razón, pero de repente, todo lo que para la familia antes era loable, ahora les parece “nada“. El abuelo pide a José Luis Rodríguez Zapatero, que envíe más efectivos policiales a la capital andaluza, una región que para él, “Está al final del mundo y a la cola de todo”, y pone como ejemplo, que en la desaparición de otra menor en la Comunidad Valenciana, se han mandado “el triple de efectivos”, y que ellos quieren “tener a Marta ya en casa de una puñetera vez”. Sus expresiones impregnan de una cierta culpabilidad por la desaparición al Gobierno, Junta de Andalucía y a la policía. No dice nada de la persona que pueda tener retenida a su nieta o de que, quizás, ella así lo haya decidido voluntariamente, aunque les cueste creerlo. ¿Qué o quién ha ayudado a estos cambios de opinión y de tono?

En la Plaza Mayor de Palencia se ha hecho una concentración de apoyo a la familia ya que la abuela paterna es natural de Marcilla de Campos y en este pueblo viven tíos y primos de la joven con los que venía a disfrutar sus vacaciones de verano.
Muchos son los que han acudido en su apoyo, incluido nuestro alcalde Heliodoro Gallego que siempre demuestra solidaridad a todo lo que signifique el sufrimiento injusto de cualquier persona.
El tío de Marta del Castillo ha mostrado su agradecimiento a las personas allí congregadas, y ha reclamado al Gobierno de Zapatero que se implique más en la búsqueda y movilice al ejército si es necesario, no a un simple perro. Todos entendemos su angustia y sabemos que cuando la situación la padecemos en primera persona todas las medidas que se pongan en práctica nos parecen poco. Tenemos una policía donde trabajan grandes profesionales y no debemos dudar de su capacidad. Hay policías que incluso han solicitado trabajar en la búsqueda de la chica en horas de descanso y la foto de Marta está recorriendo todas las comisarías y cuarteles de la Guardia Civil. Debemos tener la misma confianza en este caso, como en los que ya se resolvieron.

Se baraja la posibilidad de que la joven podría estar embarazada y aunque esto no sea nada grave, para ella supondría todo un mundo, (En el caso de que fuera verdad). Los padres deberían implicarse más en las amistades y relaciones de los hijos. La rapidez de vida que llevamos hace que pasemos por alto o demos por hecho, cosas que luego demuestran, no ser así, pues nada es lo que parece.
Lamento mucho su desgracia, me uno a su dolor y desesperación y espero la pronta y feliz resolución de esta desaparición, pero nunca apoyaré la utilización política de su aflicción. Suerte
fotos:Marta del Castillo/CorreoMurcia-Concentración Palencia/Diario Palentino

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