La alcaldesa del PP, de Paredes de Nava, Monserrat Infante, ha conseguido que su pueblo sea más famoso que el Pupas. Rara es la semana que el nombre de este municipio adherido al de su regidora, no salga reflejado en los medios de comunicación, por algún desorden, más, que por su orden.
El miércoles día 21, el ayuntamiento de Paredes de Nava, ¡por fin!, celebró el pleno que debía aprobar las obras que se incluirán en el Fondo Estatal de Inversión Local aprobado por Zapatero. Hacia tiempo que el PSOE paredeño venia revindicando dicho pleno, ya que el 23 de enero expiraba el plazo de presentación de proyectos y no querían perder, y mucho menos por dejadez de su alcaldesa, los 378.932 euros que el pueblo recibirá para mejorar infraestructuras y crear puestos de trabajo, pues después de que cinco cooperativas de la villa hayan tenido que cerrar sus puertas, quedando a medio centenar de vecinos en la calle, mucha falta les va ha hacer.
Por lo que cuentan, la sesión plenaria transcurrió con normalidad hasta que llegó el momento de ruegos y preguntas, y es aquí donde la regidora, “dice”, que ante las críticas de la oposición disolvía el pleno. Esta decisión provocó un lógico malestar entre los concejales del PSOE y Candidatura Independiente, que no encontrando explicación a la descabalada decisión que había tomado la alcaldesa, comenzaron a quejarse, a la vez que abandonaban el salón de sesiones. Fue aquí donde los roces e improperios se hicieron visibles y audibles. Monserrat Infante, PP, se dirigió hacia la concejala socialista Mª del Mar Gutiérrez amenazándola con partirla la cara y recibiendo un empujón de la alcaldesa. La sensata respuesta de la edil socialista, ha sido una denuncia en los juzgados de Palencia hacia Infante por insultos y amenazas.
Acto seguido, y después del desafortunado encuentro con Mª del Mar Gutiérrez, la infatigable alcaldesa también amenazó con tirar por las escaleras a la concejala Carmen Fernández de Candidatura Independiente, la cual pasó verdadero miedo, pues justo en ese momento bajaban los peldaños de salida a la calle, y asegura, que “Un policía local tuvo que separarnos”. Vaya situación que debió de pasar el policía local al tener que separar a su jefaza de una reyerta, cual riña callejera en día de botellón. Ya tiene batallita el policía para contar a sus nietos.
Carmen Fernández, también ha presentado su correspondiente denuncia, pero en este caso, además de a la alcaldesa por insultos y amenazas, también a la concejala del PP, Pilar Olaso, por decir “Si fuera yo, ya la había tirado”. ¡Qué agresividad¡ ¿Dónde esta la educación en valores que el Partido Popular defiende a ultranza (religiosos, por supuesto), y luego son incapaces de demostrarlos en propia persona?.
Terminado el circo y desmontado el pollo, Monserrat Infante se dirigió al servicio de Urgencias, por la crisis de ansiedad que la había provocado la disputa, aunque lo que no vamos ha poder saber es, si la crisis la padeció por no haber llevado a término sus primarias intenciones de embestida o la respuesta de sus adversarias. También la alcaldesa ha interpuesto sus respectivas denuncias, pero ella ha sido mejor asesorada, lleva un parte médico de la mano, para demostrar lo que ha sufrido.
El miércoles día 21, el ayuntamiento de Paredes de Nava, ¡por fin!, celebró el pleno que debía aprobar las obras que se incluirán en el Fondo Estatal de Inversión Local aprobado por Zapatero. Hacia tiempo que el PSOE paredeño venia revindicando dicho pleno, ya que el 23 de enero expiraba el plazo de presentación de proyectos y no querían perder, y mucho menos por dejadez de su alcaldesa, los 378.932 euros que el pueblo recibirá para mejorar infraestructuras y crear puestos de trabajo, pues después de que cinco cooperativas de la villa hayan tenido que cerrar sus puertas, quedando a medio centenar de vecinos en la calle, mucha falta les va ha hacer.
Por lo que cuentan, la sesión plenaria transcurrió con normalidad hasta que llegó el momento de ruegos y preguntas, y es aquí donde la regidora, “dice”, que ante las críticas de la oposición disolvía el pleno. Esta decisión provocó un lógico malestar entre los concejales del PSOE y Candidatura Independiente, que no encontrando explicación a la descabalada decisión que había tomado la alcaldesa, comenzaron a quejarse, a la vez que abandonaban el salón de sesiones. Fue aquí donde los roces e improperios se hicieron visibles y audibles. Monserrat Infante, PP, se dirigió hacia la concejala socialista Mª del Mar Gutiérrez amenazándola con partirla la cara y recibiendo un empujón de la alcaldesa. La sensata respuesta de la edil socialista, ha sido una denuncia en los juzgados de Palencia hacia Infante por insultos y amenazas.
Acto seguido, y después del desafortunado encuentro con Mª del Mar Gutiérrez, la infatigable alcaldesa también amenazó con tirar por las escaleras a la concejala Carmen Fernández de Candidatura Independiente, la cual pasó verdadero miedo, pues justo en ese momento bajaban los peldaños de salida a la calle, y asegura, que “Un policía local tuvo que separarnos”. Vaya situación que debió de pasar el policía local al tener que separar a su jefaza de una reyerta, cual riña callejera en día de botellón. Ya tiene batallita el policía para contar a sus nietos.
Carmen Fernández, también ha presentado su correspondiente denuncia, pero en este caso, además de a la alcaldesa por insultos y amenazas, también a la concejala del PP, Pilar Olaso, por decir “Si fuera yo, ya la había tirado”. ¡Qué agresividad¡ ¿Dónde esta la educación en valores que el Partido Popular defiende a ultranza (religiosos, por supuesto), y luego son incapaces de demostrarlos en propia persona?.
Terminado el circo y desmontado el pollo, Monserrat Infante se dirigió al servicio de Urgencias, por la crisis de ansiedad que la había provocado la disputa, aunque lo que no vamos ha poder saber es, si la crisis la padeció por no haber llevado a término sus primarias intenciones de embestida o la respuesta de sus adversarias. También la alcaldesa ha interpuesto sus respectivas denuncias, pero ella ha sido mejor asesorada, lleva un parte médico de la mano, para demostrar lo que ha sufrido.
foto: El Norte de Castilla
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