domingo, 28 de junio de 2009

MARIANADAS



El Presidente del PP, Mariano Rajoy, ha asistido a un acto celebrado en la localidad abulense de Cuevas del Valle, para cumplir una promesa que hizo en marzo y además, rendir un pequeño homenaje al alcalde de mayor edad de España, Licinio Prieto, de 87 años, que fue elegido por primera vez en 1954 y que ha ocupado el sillón de la Alcaldía desde entonces, excepto en dos legislaturas.

En ese acto, Rajoy ha asegurado que él “pretende estar” en política los mismos años que lleva ejerciendo el longevo alcalde.
Como dicen los asturianos, “Tiémblenme les pates”. O Rajoy es muy egocéntrico, o directamente su arrogancia no le deja ver su decadente gráfica política. ¿Todavía no ha asumido que ya lleva perdidas dos legislaturas?, eso en política tiene un precio, el cual, él se ha negado a pagar aún insinuándoselo su propio partido. ¿Ya no recuerda los disgustos que le costó y los desprecios demostrados por sus compañeros, así como lo que padeció para poder superar el congreso de Valencia?, ¿Y la cantidad de fisuras durmientes dentro de su partido?. Todos los días le oímos como adorna, disimula o sencillamente obvia las preguntas que le dirigen los medios de comunicación con respecto a las grietas abiertas dentro del partido, y que el tiempo y su defensora actitud, las está convirtiendo en verdaderos socavones.

Mariano Rajoy demuestra una ceguera y ofuscación política, dejando de mirarse al espejo para no enfrentarse a la cruda realidad. Ni a la mayoría de sus compañeros, ni militantes, ni a los votantes afines a su partido, les inspira la suficiente confianza como para pretender mantenerse de la política otros 20 años. Y para muestra un botón, pues los militantes y simpatizantes del Partido Popular en la ultraderechista Plataforma nacional “Democracia y Libertad en el PP”, ha exigido en un comunicado la dimisión de “Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y Javier Arenas” por considerarles “responsables de la situación actual y del deterioro general del partido”.
Parece que el descontento no es solo con él, sino, con todos a los que señaló con el dedo para que le acompañasen en su abrupto intento de posicionarse dentro de la Moncloa. Duro y perdido camino le espera. Un partido no se puede ganar, cuando antes de salir al campo ya se ha perdido.
-Señor Rajoy, en su andadura política ha quedado demostrado que esto no es lo suyo.

¿Otro Fraga Iribarne y sin traductor?, ¡No hombre, no!

1 comentario:

Anónimo dijo...

De putas habló la tacones.