martes, 25 de noviembre de 2008

¡¡QUE CRUZ!!



Hace tiempo que un grupo de padres de alumnos, emprendieron una batalla para que el colegio PÚBLICO Macías Picabea de Valladolid, retirase los símbolos religiosos que aún seguían manteniendo en sus aulas. Ante la reiterada negativa del Consejo Escolar, la Asociación Cultural, Escuela Laica de Valladolid, presentó en marzo de este año un recurso contencioso administrativo, para que basándose en la aconfesionalidad de nuestro estado, la ley les amparase en el ejercicio de su derecho.
Esa sentencia ha llegado y les ha dado la razón apoyándose en que: “En la fase de formación de la personalidad de los jóvenes, la enseñanza influye decisivamente en su futuro comportamiento respecto de creencias e inclinaciones”. ¡Ya era hora!, por fin un juez reconoce que la religión no enseña, solo adoctrina y a la vez, es la primera sentencia que habla en el idioma que todos conocemos y comprendemos. El portavoz de esta asociación y padre de una alumna, Fernando Pastor, ha expresado su gran satisfacción a lo que considera “Un triunfo de la higiene democrática”, a lo que yo añadiría, “Un logro más, para ir acabando con las imposiciones que la iglesia y la dictadura, nos han obligado a padecer durante todos esos años en los que todo era pecado, y que la derecha del presente, tan decimonónica ella, se niega a desterrar. Fuimos niños que crecimos en escuelas donde nos hacían sentir remordimientos por no haber hecho nada”.

La Junta de Castilla y León al conocer el dictamen de la sentencia dijo que no la iba a recurrir, pero que tampoco van a retirar los símbolos, al ser esta una competencia de los Consejos Escolares, es decir los mismos que tantas veces se han negado. Ahora, Juan Vicente Herrera, Presidente regional y por lo que parece, promovido por el Arzobispado, o vete tú ha saber por quién más, ha dicho que se va a pensar si recurren o no, porque para él, “Estos símbolos no vulneran los derechos ni libertades”, y “Está seguro de que el 100% de padres y el 100% de ciudadanos, están de acuerdo en que esto no se lleve a cabo y no se retire nada”.
¡Pero como se puede ser tan obtuso!, este señor, que lleva siete años haciendo como que preside nuestra Autonomía (así nos va), que todos vemos y notamos lo cómodo que se encuentra vegetando todo el día en su sillón y que hace un gran esfuerzo para justificar que trabaja algo, ¡atribuye al resto del mundo su creencia personal!. ¡Señor Herrera, los derechos se vulneran desde el primer momento en que nuestros hijos tienen que convivir en un colegio público, con las creencias religiosas que profesan los suyos!. Suelen esgrimir demagogia, atacando a las musulmanas por utilizar el velo al asistir a clase. ¡No, no es lo mismo!, ella lo lleva, pero no obliga a nadie a que se lo ponga. ¿Qué les parecería a los católicos, si les pidiésemos que sus hijos no pudieran llevar crucifijos o vírgenes, colgados de su cuello?. Los derechos están para todos, y en ningún caso, desde las instituciones publicas puede haber trato de favor hacia una religión determinada.

En el Reino Unido, el biólogo Richard Dawkins, conocido como el rottweiler de Darwin por su férrea defensa de la teoría evolucionista, inició en octubre una campaña ateísta financiada con donaciones anónimas, con la que pensaba recaudar unos 6.500 €, para que le permitiera pagar durante un mes la publicidad en treinta autobuses con un eslogan que dice “Probablemente no hay Dios, así que deja de preocuparte y disfruta de la vida”. La respuesta fue un éxito. El dinero lo consiguió en tan solo dos horas, en dos días llegó a 58.900 €, y actualmente ya están por los 143.200 €. ¿Alguien puede imaginarse algo así en España?
En Washington ha empezado una iniciativa muy parecida y los libros que se lanzan contra la religión, se han convertido en superventas. En España, en los seis primeros meses del año se solicitaron 529 apostasías, y el Ayuntamiento de Rivas en Madrid, tuvo que abrir una oficina que facilitase los trámites para apostatar, porque en un mes recibió más de 1.100 consultas de toda España.

Todo llega, solo hay que dar tiempo al tiempo. Aunque los católicos no lo practiquen, ni aún pidiéndoselo su dios, solo se trata de ejercer una cosa,… respeto.


fotos: elplural / El Pais

1 comentario:

Fernando Manero dijo...

Me sumo a estas reflexiones de las que en parte me he hecho eco. Parece mentira que haya adquirido tanta resonancia en una época en que dada la impresión que habiamos avanzado hacia una sociedad tolerante e integradora. Es un ruido absurdo. Hay muchos centros donde las direcciones han procedido a retirar esos símbolos y no ha pasado absolutamente nada.