AIRE LIMPIO CON FUTURO

El Presidente José Luís Rodríguez Zapatero muestra una vez más, sin improvisaciones ni titubeos, su disposición, apoyo y compromiso que adquirió e hizo suyo, de defender a la clase trabajadora y ayudarla a mantener su estado de bienestar.
Zapatero y el Presidente de Renault España, Jean-Pierre Laurent, acompañados por el Ministro de Industria, Miguel Sebastián, el Secretario Regional del PSCyL, Oscar López y el Presidente regional Juan Vicente Herrera, han anunciado en Valladolid, el plan industrial de la multinacional francesa para España.

Lo conseguido en esta negociación, no es “pan para hoy y hambre para mañana”, como le gusta calificar al PP cada vez que Zapatero encuentra una salida a los problemas económicos que ellos han causado. La planta de Renault en Valladolid fabricará a partir de 2011 el primer coche eléctrico producido de forma masiva en España, y en 2013 se hará cargo de un nuevo modelo para sustituir al “Modus”, además de la elaboración de un motor ecológico en 2012.
Este nuevo “Plan Industrial” garantizará el trabajo de la planta automovilística de Valladolid durante diez años. No hay que olvidar, que Renault actualmente, tiene empleados a 9.800 trabajadores, repartidos entre las factorías de Palencia, Valladolid y Sevilla, sin contar la gran cantidad de empleo que proporcionan las empresas auxiliares.

Este es el resultado del trabajo bien hecho y consensuado entre Gobierno, patronal, sindicatos y trabajadores. Un ejemplo que deberían ir aprendiendo la CEOE y el Partido Popular, los cuales siguen agarrados a la individualidad de sus propios intereses y antiguos fetiches, en vez de elaborar un procedimiento para solucionar los problemas de los ciudadanos, o como dice Montoro, “hay que luchar contra el absentismo laboral, que perjudica mucho al empresario”. Como siempre preocupándose por los trabajadores.
El Gobierno invierte 70 millones de euros para el nuevo coche eléctrico y otros 300 para el sustituto del “Modus”, ya sea gasolina o diesel; con esto la empresa recibe la solidez suficiente para garantizar el mantenimiento de los puestos de trabajo. ¡Esta es la única forma de afrontar la crisis y generar empleo!. El señor Herrera disfrutó más que un burro en un patatar, solo le faltó salir por bulerías, al cual, ante su entusiasmo, Zapatero tuvo que recordar que todo esto es fruto de la inversión pública, algo que su partido recrimina continuamente.

Y mientras en Valladolid los castellano-leoneses estábamos de celebración, Herrera incluido, ¿dónde estaba Rajoy?, pues en la central nuclear de Garoña, rozando el absurdo como siempre, con una vergonzosa amnesia gúrteliana, y asido a arcaicos y desgastados proyectos, en aras de salvador de empleos caducos, entonando los acostumbrados discursos de catastrofismo, y asegurando que ellos mantendrán la central abierta cuando gobiernen. Como el cambio climático no existe para Rajoy, abajo Kioto.
Algo si que hay que reconocer a Rajoy: o es muy optimista o no se entera de nada. No acaba de asumir que su enfática actitud con los casos de corrupción le ha tatuado en la frente su salida del partido popular por la puerta de atrás y empujado por los suyos, los mismos, que en el congreso de Valencia le propinaron varias puñaladas traperas.

Zapatero, mantiene su palabra y ya ha garantizado una inversión de 100 millones de euros para los próximos cuatro años en la zona de Garoña para apoyar proyectos que avalen la reindustrialización y crear empleo para los actuales habitantes y sus futuras generaciones. Como se puede ver hay una diferencia aplastante entre trabajar para el ciudadano y aprovecharse del ciudadano.

Esta diferencia de visiones es lo que más engrandece las políticas de Zapatero, apuesta por la innovación, desarrollo, progreso, medio ambiente “a-van-ce” y lo cumple, y lo hace con ideas elaboradas, proyectos ejecutables e inversiones de futuro. Rajoy se queda en lo vacío, efímero, perecedero, antiguo y contaminado (como el aire de su partido).